martes, 20 de marzo de 2012

Y nunca tendrás la misma sensación .

Ya no hay vuelta atrás , lo sientes , y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas , mucho antes .. y es ahí , justo en ese momento , cuando te das cuenta de que las cosas solo suceden una vez en la vida , de que todo se acaba , y que por mucho que te esfuerces , ya nunca volverás a sentir lo mismo.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Eres una adolescente.

Te enamoras de alguien que tal vez no sabe tu nombre. Tu corazón dirige a tu cerebro. Te sientes mal con tu cuerpo. Te puedes despertar comiéndote el mundo o comiéndote el suelo. Estás perdido y no sabes que camino seguir. Dices que te gusta estar solo, pero necesitas a mucha gente. Odias la distancia, y la música es la única que te entiende.

lunes, 17 de octubre de 2011

N.T.O.C.Y.T.A.

Mis abuelos ya estaban casados hacía mas de cincuenta años y continuaban jugando al juego que habían iniciado cuando comenzaron su noviazgo.
La regla del juego era que uno tenía que escribir la palabra “Ntocyta” en un lugar inesperado para que el otro la encuentre y así quien la encontrase debería escribirla en otro lugar y así sucesivamente. Ellos se alternaban dejando “Ntocyta” escrita por toda la casa, y así que cuando uno la encontraba, era su momento de esconderla en otro lugar para que el otro la encuentre. Ellos escribían “Ntocyta” con los dedos en el azúcar dentro del azucarero o en el pote de harina para que el próximo que fuera a cocinar la encuentre. Escribían en la ventana empañada por lo sereno que daba para el patio donde mi abuela nos daba torta que ella hacia con tanto cariño. “Ntocyta” era escrita en el vapor dejado en el espejo después de un baño caliente, donde la palabra iría a aparecer después del próximo baño. Una vez, mi abuela hasta desenrollo un rollo entero de papel higiénico para dejar “Ntocyta” en la última hoja y enrolló todo de nuevo.
No había limites para donde “Ntocyta” pudiera surgir. Pedacitos de papel con “Ntocyta” garabateado aparecían enrollados al volante del coche que ellos compartían. Los papeles eran metidos dentro de los zapatos y dejados debajo de los almohadones. “Ntocyta” era escrita con los dedos en el polvo sobre las estanterías.
Esta misteriosa palabra tanto hacia parte de la casa de mis abuelos como del mobiliario. Llevo bastante tiempo para que yo comience a entender y gustar completamente de este juego que ellos jugaban. Mi escepticismo nunca me dejo creer en un único y verdadero amor, que pueda ser realmente puro y duradero.
Sin embargo, nunca dude del amor, entre mis abuelos. Este amor era profundo. Era mas que un juego de diversión, era un modo de vida. Su relación era basada en devoción y un amor apasionado, que no todo el mundo tiene la suerte de tener.
 El abuelo y la abuela estaban siempre que podían con sus manos unidas. Se robaban besos uno al otro, siempre que se encontraban en aquella cocina tan chiquita. Ellos conseguían terminar la frase incompleta del otro y todo el día resolvían juntos las palabras cruzadas del diario. Mi abuela me cuchicheaba diciendo cuan bonito era mi abuelo, como el se había vuelto un viejito lindo y amoroso.
Antes de cada comida, ellos se reverenciaban y daban gracias a Dios y bendiciones a los presentes por ser una familia maravillosa, para continuar siempre unidos y con buena suerte.
Mas una nube oscura surgió en la vida de mis abuelos: mi abuela tenía cáncer de mama. la enfermedad había aparecido hacia diez años. Como siempre, el abuelo estaba con ella a cada momento. El la tranquilizaba en el cuarto amarillo de ellos, que él había pintado de ese color para que ella estuviera siempre rodeada de la luz del sol, mismo cuando ella no tenía fuerzas para salir.
El cáncer ahora estaba de nuevo atacando su cuerpo. Con la ayuda de un bastón y la mano firme de mi abuelo, ellos iban a la iglesia todas las mañanas. Y mi abuela fue quedando cada vez más flaca, hasta que, finalmente, ella no pudo salir más de casa. Por algún tiempo, mi abuelo resolvió ir a la iglesia solito, rezando a Dios para cuidar de su esposa.
Entonces, lo que todos temíamos sucedió. La abuela partió. “Ntocyta” fue grabada en amarillo en las cintas de color rosa de los buques de flores del funeral de la abuela. Cuando los amigos comenzaron a irse, mis tías, tíos, primos y otras personas de la familia se juntaron y quedaron alrededor de la abuela por ultima vez Mi abuelo se quedo junto al cajón de la abuela, y en un suspiro bien profundo, comenzó a cantar para ella.
A través de sus lágrimas y pesar, la música surgió como una canción que venía muy de adentro de su ser. Me sentía muy triste, nunca voy a olvidar aquel momento. Porque yo sabia que sin todavía entender completamente la profundidad de aquel amor, yo había tenido el privilegio de testimoniar la belleza sin igual que aquello presentaba.
Apuesto que a esta altura usted se estará preguntando: “Pero que significa NTOCYTA?”.
Nunca Te Olvides Cuanto Yo Te Amo = “NTOCYTA”

El lenguaje del amor


Hay momentos en la vida en que somos tímidos para expresar el amor que sentimos. Quizá por temor a avergonzar a la otra persona o a avergonzarnos nosotros mismos, dudamos en decir “Te quiero” y tratamos de comunicar la idea con otras palabras…
Decimos “Cuídate”, “No manejes rápido”, “Pórtate bien”… Pero en realidad, estas son diferentes maneras de decir “Te quiero…”, “Eres lo más importante para mí…”, “Me importa lo que te suceda…”, “No quiero que estés mal…”, etc.
A veces somos muy extraños. La única cosa que queremos decir y la única cosa que debemos decir, es la única cosa que no decimos. Y aún así, porque el sentimiento es real y la necesidad de decirlo es tan fuerte, usamos otras palabras y signos para decir lo que realmente queremos decir.
Y muchas veces el significado nunca se comunica del todo, y la otra persona se siente ignorada o tal vez no tan querida…
Por eso, debemos ESCUCHAR EL AMOR en las palabras que las otras personas nos dicen, algunas veces las palabras explícitas son necesarias, pero muchas veces es más importante la manera como se dicen las cosas…
Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera.
Un abrazo o un beso impulsivos dicen “TE AMO”, aún cuando las palabras digan algo diferente.
Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice “Te quiero”.
A veces la expresión es vulgar, a veces incluso cruel. A veces debemos mirar y escuchar muy atentamente el amor que contienen… Pero muy frecuente mente está allí, debajo de la superficie.
Una madre puede regañar a su hijo constantemente por sus notas o por no limpiar su cuarto..
El hijo puede escuchar sólo el regaño, pero si escucha atentamente, escuchará el Amor debajo del regaño.
Su madre quiere que él haga lo correcto, que sea exitoso.
Desgraciadamente, su preocupación y amor por su hijo emergen en su regaño.
Pero también es Amor.
Una hija regresa tarde a casa, después de su permiso, y su padre la confronta con palabras amargas.
La hija puede sólo escuchar la ira, pero si escucha atentamente, escuchará el Amor debajo de la ira.
“Estuve preocupado por ti…” dice el padre, “porque me importas, porque te quiero y porque eres importante para mí…”
Decimos “TE AMO” de muchas maneras: con regalos de cumpleaños, con notitas dibujadas, con sonrisas y a veces con lágrimas. A veces mostramos nuestro Amor cuando nos mantenemos en silencio, sin decir ni una palabra, y a veces incluso hablando bruscamente.
A veces mostramos nuestro Amor a través de la impulsividad. Muchas veces tenemos que demostrar Amor perdonando a alguien que no ha escuchado el Amor que hemos tratado de expresar.
El problema de escuchar el Amor es que no siempre entendemos el lenguaje del Amor que la otra persona está usando.
Una chica puede usar las lágrimas o las emociones para decir lo que quiere decir, y su novio puede no entenderla porque espera que ella le hable en el lenguaje de él.
Por eso, tenemos que esforzarnos por realmente escuchar el Amor.
El problema con nuestro mundo es que la gente rara vez se escucha el uno al otro.
Oyen las palabras, pero no escuchan en las acciones que acompañan a esas palabras o en las facciones del rostro.
O la gente sólo escucha el rechazo o el malentendido.
No ven el Amor que está allí, debajo de la superficie, aún cuando las palabras sean amargas…
Tenemos que escuchar el amor en aquellos que están alrededor nuestro…
Si escuchamos atentamente, descubriremos que somos muchísimo más amados
de lo que pensamos.
Escuchemos al Amor y descubriremos que, después de todo, el mundo es un lugar muy amoroso…
El AMOR es feliz, nos hace reír, nos hace llorar, nos hace cantar, nos hace tristes, nos hace buscar una razón, nos hace pedir, nos hace dar, pero por sobre todo, nos hace VIVIR.
No es la presencia o la ausencia de la gente lo que hace la diferencia, porque una persona puede no estar solitaria aún cuando esté sola.
Algunas veces es bueno estar solo. Pero eso no nos hace solitarios. No es un asunto de estar presente con alguien. El asunto es estar presente para alguien.
Así que recuerda: Si amas a alguien, dícelo. Recuerda siempre decir lo que sientes. Nunca tengas temor de expresarte a ti mismo.
Aprovecha esta oportunidad para decirle a alguien lo que significa para ti. Aprovecha el día y no tengas reparos. Y lo más importante: Permanece cerca de tus amigos y tu familia, porque ellos te han ayudado a ser la persona que eres hoy y eso es lo más importante.
Haz la diferencia en tu día y en el de ellos. La diferencia entre expresar el Amor y los rencores es que los rencores a veces perduran más…


jueves, 13 de octubre de 2011

Amor y Felicidad

La luna brillaba llena y plena, como desearían muchos sus vidas, tanto, que tan solo algún osado astro lejos de ella, compartía su escenario, mas abajo, en otra parte del universo, una inmensidad de corazones rodeaban la tierra, cada uno latía al ritmo de sus circunstancias, el que nos ocupa lo hacia generosamente, creyéndose inagotable e infinito, característica común en las personas jóvenes, como así era en este caso.

Estaba enamorada, o al menos así lo creía ella, al fin y al cabo, que es el amor, en cierta ocasión escuchó, que cuando no sabes muy bien lo que sientes por alguien que te gusta, eso, es que es amor, sentía pasar los días lentamente estando lejos de el, y en los demás, el tiempo siempre era insuficiente, tan solo importaba la intensidad de las caricias, de los interminables abrazos y besos, que siempre son pocos a juicio del enamorado, esas cómplices miradas cargadas de pasión y deseo, capaces de trasmitir tanto sentimiento, entonces, las manecillas del reloj se antojaban indiferentes y enmudecidas.
Se sentía feliz, a sabiendas de no comprender en su totalidad el significado, tantas veces en entredicho, de esa palabra “Felicidad” cuantas personas dedicaron la vida a su búsqueda, o incluso mataron a otras en su nombre, para intentar poseerla, o no dejarla escapar. Ella la había encontrado, así, sin mas, o al menos trataba de convencerse así misma, de que así era, pensaba simplemente, que debía ser el equilibrio entre lo que se tiene, y lo que se desea, y de ambas cosas rebosaba, se sentía sublime y todopoderosa, incluso la muerte dejaba de tener importancia, ya no le causaba temor, todo estaba hecho, no necesitaba nada mas, había estado con el, estaba impregnada de su aroma, aun lo sentía dentro de si, habían estado haciendo el amor una y otra vez, y todo era maravilloso, se sentía colmada de deseo, ahí estaba el, junto a ella, tumbado en la cama, con los ojos cerrados y esa expresión placentera en su rostro reveladora del placer gozado.

Empezó a sonar una canción preciosa, romántica, una de las que mas le gustaban a ella, todo era perfecto, siempre se definió a si misma como una romántica, pensando en esto, sintió algo extraño, esa música, delibero un instante, su semblante delataba dudas, quien pudo poner esa canción en ese momento, estaban los dos solos y en la cama, su rostro se torció en otro gesto, acababa de escuchar una voz, era de otra mujer, un momento, se dijo sorprendida, es la voz de mi madre, al tiempo que comenzaba a sonar otra melodía en su canal de radio favorito, el radio despertador, se decía a si misma, al tiempo de abrir los ojos seguida de una sutil sonrisa, mientras escuchaba una vez mas decir a su madre: Vamos hija, levántate ya, que si no llegaras tarde…